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jueves 10 julio 2025, 07:47 PM Por: Edwin Santana
En un hecho sin precedentes dentro del béisbol, Mauro Ruiz logró lo impensable: ser el pitcher ganador y perdedor del mismo juego en la Liga Mexicana de Beisbol. Este insólito suceso ocurrió en el año 1963, durante un partido entre los Tigres del México y los Pericos de Puebla, cuando un apagón suspendió el encuentro en la quinta entrada, con Ruiz lanzando para los Tigres.
Semanas después, Ruiz fue transferido a los Pericos, y al final de la temporada, ambos equipos empataron en el liderato, lo que obligó a reanudar aquel partido justo donde se había interrumpido. Los Tigres ganaban 3-2 y habían dejado dos corredores en base cuando ocurrió la suspensión.
Al reanudarse el juego, Ruiz entró como pitcher de los Pericos. El siguiente bateador conectó un hit que permitió anotar a los dos corredores heredados por Ruiz cuando aún jugaba con los Tigres, lo que colocó al Puebla con ventaja de 4-3.
El juego continuó y terminó con victoria para los Pericos, con Ruiz en el montículo. Oficialmente, fue registrado como el pitcher derrotado por los Tigres, debido a las carreras que dejó antes del cambio, y también como el pitcher ganador con su nuevo equipo.
Esta increíble coincidencia solo fue posible gracias a una cadena de eventos extraordinarios: un apagón, un cambio de equipo, corredores heredados, empate en el standing y una reanudación insólita. Es un caso que, muy probablemente, no volverá a repetirse en la historia del béisbol.
Foto: Pixabay