Próxima emisión en vivo:
El deportivo de la U a las 4:00 PM
miércoles 8 octubre 2025, 11:43 AM Por: Diego San Román
La selección sub-20 de Chile cayó eliminada sin atenuantes en el Mundial de la categoría, del que es anfitrión, y sumó otra frustración para el fútbol del país suramericano, que puso en este equipo altas expectativas tras el fracaso de La Roja, que no se clasificó para el Mundial 2026.
El equipo juvenil no hizo una buena fase de grupos (perdió dos de sus tres partidos), llegó cuestionado por una clasificación bajo el criterio FIFA del ‘juego limpio’, y le tocó enfrentar un duelo muy desigual en octavos de final ante los mexicanos (1-4).
Chile ganó en su debut a Nueva Zelanda (2-1) y cosechó tres derrotas consecutivas ante Japón (0-2), Egipto (2-1) -al que sacó el segundo lugar del Grupo A por menos tarjetas amarillas- y fue goleado por México en octavos.
En ese último partido, las diferencias entre ambas selecciones fueron grandes en el campo y fuera de él, comenzando por una larga distancia entre el valor de mercado del Tri de 35,2 millones de euros por los 8,8 millones de euros de los futbolistas chilenos.
Sólo el mediocentro mexicano Obed Vargas, del Seattle Sounders, vale 8 millones de euros, casi lo mismo que toda la plantilla chilena.
La cifra pondera no sólo el talento de los jugadores, sino la proyección en función del desarrollo que han tenido y, en ese aspecto, la organización y nivel del fútbol chileno es el responsable.
El fútbol chileno está urgido de una nueva ‘Generación Dorada’, como la bicampeona de América en 2015 y 2016 que surgió del Mundial sub-20 en Canadá 2007, y se sembró la idea de repetirlo en este torneo con resultados convincentes. Sin embargo, aquellos resultados son hoy una maldición.
La ansiedad y presión de estas expectativas causó trastornos en los juveniles chilenos, que padecieron dolores de estómago al sentirse expuestos a las críticas e intimidados de jugar en estadios repletos, experiencias a las que están poco habituados.
Recibieron el acompañamiento de psicólogos, pero fue un paliativo a la tarea previa que venía incompleta, siendo jugadores que en comparación con sus rivales han jugado menos partidos.
La joya mexicana de 16 años Gilberto Mora, volante de ataque del Tijuana, llegó al certamen en Chile con cerca de 70 partidos disputados entre clubes y todas las categorías de la selección mexicana, incluyendo su debut en la absoluta.
La figura chilena Juan Francisco Rossel, que es delantero de Universidad Católica, en cambio, tiene cerca de 15 partidos menos que Mora y cuatro años más de edad, y en selecciones sólo tiene el proceso con la sub-20.
Estas cifras no abarcan los minutos de juego de ambos jugadores desde el fútbol base, ni la calidad de competencias que han experimentado pero se ve reflejado en que Mora está tasado en 4,5 millones de euros y Rossel en 600 mil euros.
En este Mundial, Mora lleva 3 goles marcados y una asistencia, siendo la brújula de los triunfos de su equipo; por su parte, Rossel anotó uno recién en el último partido ante los mexicanos, en el minuto 88, cuando caían goleados por cuatro tantos.
EFE/Foto: EFE