El Atlético de Madrid logró una victoria sufrida por 0-1 ante el Getafe en el Coliseum gracias a un gol en propia meta de Domingos Duarte, un tanto que maquilló un partido gris, espeso y carente de ritmo del equipo de Diego Simeone. Aun así, los rojiblancos alcanzaron su quinta victoria consecutiva en Liga, manteniéndose en la pelea por el título, cerca del Barcelona y a tres puntos del líder, a la espera del compromiso del Real Madrid.
El conjunto rojiblanco volvió a mostrar sus carencias como visitante, un problema recurrente esta temporada. La única victoria fuera del Metropolitano en Liga había sido en el Benito Villamarín, y el Coliseum, siempre exigente, volvió a convertirse en un escenario que evidenció dudas. El plan inicial de Simeone, con una defensa de cinco, se quebró temprano por la lesión de Marcos Llorente, sustituido por Griezmann, lo que obligó a Nico González a ocupar el lateral derecho.
El Getafe, fiel al estilo de José Bordalás, apostó por un fútbol físico y conservador, colocando a Djené como mediocentro para entorpecer la salida del Atlético y dejando a Borja Mayoral como única referencia ofensiva. El duelo se convirtió en un festival de anulación mutua, con apenas dos ocasiones claras en la primera parte: un cabezazo de Nico González que salvó David Soria y un remate de cabeza de Mayoral a las manos de Musso.
En la segunda mitad, el Getafe salió más agresivo y vertical, obligando a Simeone a reaccionar. El técnico argentino retiró a Julián Álvarez y Koke para dar entrada a Sorloth y Raspadori, abandonando la defensa de cinco y apostando por dos delanteros. El Atlético mejoró ligeramente, con intentos de Griezmann, Barrios y un potente disparo de Raspadori, todos desactivados por un brillante Soria.
El partido parecía condenado al 0-0 hasta que, en el tramo final, un cambio de juego de Baena encontró a Raspadori, cuyo centro provocó el autogol de Duarte que decidió el duelo. El Getafe aún rozó el empate con un remate al larguero de Arambarri, pero el Atlético resistió y se llevó una victoria pírrica, que suma en la clasificación, pero no en sensaciones.
Con información base de EFE/Foto: EFE