El Manchester United volvió al triunfo tras su mala racha gracias a una actuación brillante de Bruno Fernandes, quien firmó dos goles y una asistencia en la victoria por 1-4 ante el Wolverhampton, colista de la Premier League y aún sin ganar tras quince jornadas. El resultado permitió al equipo de Rúben Amorim escalar posiciones hasta colocarse sexto con 25 puntos, hundiendo todavía más a unos Wolves que apenas suman dos unidades en toda la temporada.
El United dominó desde el inicio ante un rival replegado, aunque el portero Sam Johnstone mantuvo con vida a los locales con varias atajadas clave. Sin embargo, un error defensivo permitió a Bruno Fernandes abrir el marcador y exponer una vez más las carencias de los Wolves en la salida de balón y el repliegue. Aun así, el conjunto local sorprendió justo antes del descanso con el 1-1 de Bellegarde, en una jugada mal defendida por los visitantes.
La ilusión del Wolverhampton duró poco, ya que al inicio del complemento el United castigó nuevamente los errores rivales. Un contragolpe bien ejecutado terminó en el 1-2 de Mbeumo, tras asistencia de Diogo Dalot, lo que devolvió el control total a los visitantes. A partir de ahí, el equipo de Amorim creció alrededor de Bruno Fernandes, quien volvió a ser determinante.
El centrocampista portugués asistió a Mason Mount para el 1-3, y minutos después firmó su doblete desde el punto penal, su zona de especialidad, para sellar el 1-4 definitivo. El dominio fue tal que el United terminó el partido con 27 remates, por solo seis del Wolverhampton, que volvió a evidenciar un nivel alarmante en todas sus líneas.
El triunfo supone un respiro para el Manchester United, que recupera confianza y sensaciones con su capitán como líder absoluto, mientras que los Wolves continúan en caída libre y con pie y medio en la segunda división inglesa.
Con información base de EFE/Foto: EFE