Osasuna venció 2-0 al Levante y puso fin a su racha sin triunfos desde el pasado 3 de octubre, en un duelo directo por la permanencia que dejó tres puntos clave y un importante impulso anímico para el equipo y para Alessio Lisci. El cuadro rojillo salió con intensidad, presionando alto y generando tres llegadas claras en los primeros minutos hasta que, al 13', Víctor Muñoz abrió el marcador con un cabezazo tras un centro perfecto de Rubén García.
El Levante respondió con verticalidad y tuvo oportunidades, como el disparo de Iván Romero que desvió Herrera, pero Osasuna sostuvo su idea de juego: balones a las bandas y centros constantes. La insistencia tuvo premio cuando Rubén García firmó el 2-0 con un remate desde fuera del área que se desvió en Brugué, dejando sin opción al guardameta Ryan, justo cuando mejor jugaba el conjunto granota.
Pese al marcador adverso, el Levante siguió insistiendo, pero Ryan tuvo que aparecer de nuevo para evitar un resultado más abultado con dos paradas de gran nivel ante Víctor Muñoz y Budimir. Osasuna mantuvo un ritmo alto en intensidad y compromiso, dificultando cualquier intento visitante por meterse en el partido.
En la segunda parte, las malas noticias llegaron para los locales con las lesiones de Torró, tras un mal gesto en un choque con Brugué, y Aimar Oroz, quien abandonó el campo por molestias musculares. Aun así, el Levante no logró concretar sus aproximaciones, como la ocasión desperdiciada por Etta Eyong desde buena posición.
El triunfo supone un respiro fundamental para Osasuna, que recupera confianza, refuerza el proyecto de Lisci y toma ventaja frente a un rival directo, demostrando solvencia defensiva y capacidad para sostener la intensidad durante los 90 minutos.
Con información base de EFE/Foto: EFE