El Nápoles firmó este domingo una de sus actuaciones más pobres de la temporada al caer 1-0 ante un Udinese claramente superior, en un partido que puede sacudir la pelea por el liderato de la Serie A. Los de Antonio Conte nunca lograron imponer su ritmo y sobrevivieron durante más de una hora al constante asedio local, en el mismo estadio donde en 2023 celebraron el Scudetto. Esta vez, el recuerdo fue una pesadilla.
El Udinese fue dueño absoluto del encuentro y llegó incluso a marcar dos goles anulados por el VAR antes de abrir el marcador. Primero, un fuera de juego milimétrico frustró el tanto de Davis, y después una falta previa invalidó la contra culminada por Zaniolo. Entre medias, el Nápoles resistió como pudo, sostenido por una parada salvadora de Milinkovic-Savic y el larguero, convertido el partido en un auténtico monólogo local.
La insistencia tuvo premio en el minuto 73, cuando Ekkelenkamp firmó el gol decisivo con un zapatazo desde fuera del área, colocado en la escuadra y absolutamente imparable. Fue el tercer tanto del Udinese en el partido, pero el primero válido, y el que hizo justicia a un dominio abrumador ante un Nápoles desdibujado, superado en intensidad, ideas y duelos.
El conjunto partenopeo apenas reaccionó y solo dispuso de una ocasión clara para empatar, desperdiciada por Hojlund tras un pase de Lucca, en una acción que resumió su noche: imprecisión y frustración.
Con información base de EFE/Foto: EFE