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domingo 19 octubre 2025, 05:20 PM Por: Diego San Román
La última batalla de los defensores del agua en el sur de la Ciudad de México es lograr la expropiación de un pozo concesionado al estadio Azteca, que albergará en junio próximo la inauguración de la Copa del Mundo de fútbol 2026, para así recuperar el líquido que escasea en sus hogares y detener la gentrificación que se avecina en la zona.
Desde hace más de una década, familias del pueblo originario de Santa Úrsula y 17 colonias (barrios) de la alcaldía de Coyoacán luchan por garantizar el suministro de agua en sus casas, una lucha que recientemente se enfoca en exigir al Gobierno que retire la concesión agrícola otorgada al estadio de fútbol para extraer anualmente 450 millones de metros cúbicos (m3) de aguas subterráneas.
Los vecinos, organizados a través de la Cooperativa Acción Comunitaria Pedregales, han investigado por qué falta el agua en sus casas, asentadas en una zona rica en recursos hídricos subterráneos.
Así, han descubierto que uno de los pozos pertenece desde 2019 a la empresa Televisa, propietaria del estadio, y han comenzado a demandar al Gobierno su expropiación.
Para Carmen Trejo, integrante de la cooperativa y vecina de la colonia (barrio) Pedregales de Carrasco, dicha concesión es "ilegítima", ya que "no cumple con los estándares técnicos" de uso agrícola, lo que exime a la empresa de pagar impuestos, mientras cientos de familias carecen de agua.
"Si antes se expropió el petróleo, ¿por qué no vamos a expropiar un pozo?", señaló Trejo, al recapitular la demanda que recién plantearon en una reunión con las autoridades.
Su hija, Natalia Lara Trejo, señaló que aunque actualmente existe un convenio entre la empresa y el Gobierno para "donar" a la red pública el agua que se extrae de ese pozo, a los vecinos les preocupa que dicho acuerdo establece que la empresa puede cancelarlo cuando quiera, además de que debe renovarse cada año, es decir, en mayo próximo, un mes antes del arranque del Mundial.
"Nuestra demanda puntual es esta expropiación de este pozo, para entonces garantizar sí un acceso público al agua, no que sea una donación por parte de un privado que puede cancelarse en cualquier momento", subrayó Lara.
Además, su madre lamentó la falta de "voluntad política del Gobierno", pese a que recientemente la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, planteó una serie de reformas legislativas, bajo el lema: "el agua es un derecho, no una mercancía".
"Queremos que el agua sea de la de los ciudadanos, no de una empresa, que no sea una mercancía (...) nos duele, nos causa mucho enojo que el Gobierno responda a las exigencias de la FIFA y no a las exigencias del pueblo", agregó Trejo.
Los vecinos también temen que durante y después del Mundial que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá, queden desprotegidos ante un posible desabasto, ya que en 2021 dicha empresa pausó la construcción del desarrollo inmobiliario 'Conjunto Estadio Azteca', el cual creen que pueda retomarse pasando el torneo.
Adolfo Lara consideró que la construcción de obras alrededor del estadio, como una ciclovía en la avenida Tlalpan, forman parte de una "turistificación" rumbo al Mundial, que después se puede convertir en gentrificación, con más desarrollos inmobiliarios que acaparen el agua y desplacen a los habitantes originales.
"Vemos que hay una comercialización del espacio y de la ciudad en beneficio de unos cuantos y no en beneficio de la población, de los ciudadanos, que debería ser la prioridad", advirtió Lara.
La familia Lara Trejo es una de las decenas de familias que desde 2014 han peleado por la falta de agua en la zona, realizando investigaciones por su cuenta y demandando acciones concretas al Gobierno.
En estas investigaciones, han podido constatar que el pozo de Televisa es el que más agua extrae, alrededor de 50 litros por segundo, al tiempo que "está secando los pozos aledaños", apuntó Natalia, quien se especializó en Gestión del Agua a raíz de esta lucha.
Sumado a ello, la activista señaló que han observado que "todo el estacionamiento del estadio Azteca está lleno de tinacos", además de que hay distintas obras en marcha para introducir "infraestructura de tubería".
Guadalupe Castillo, habitante del pueblo de Santa Úrsula -un asentamiento de raíces prehispánicas-, advirtió además que el Gobierno recién introdujo concreto hidráulico en algunas calles, en busca de cambiar la imagen del barrio rumbo al Mundial.
No obstante, denunció que dichas obras han generado contaminación e insuficiencia de agua, la cual escasea aún más en las casas, pese al mencionado convenio y tienen que comprar el agua en pipas para llenar sus cisternas. "Es una situación muy crítica", expuso Castillo.
EFE/Foto: EFE