Neymar vivió una noche agridulce en la 34ª jornada del Campeonato Brasileño: anotó un gol temprano para el Santos, pero también cometió el penalti que permitió al Mirassol empatar 1-1 en Vila Belmiro.
El delantero abrió el marcador al minuto 4 tras un contragolpe y, más tarde, en el inicio del segundo tiempo, llegó tarde a un cruce y derribó a Reinaldo en el área. El VAR intervino y el árbitro sancionó el penalti que el propio Reinaldo convirtió.
El partido también generó preocupación cuando Neymar necesitó atención médica tras un mal apoyo, aunque el susto no pasó a mayores. Desde su regreso al Santos en enero, el atacante no ha logrado recuperar su mejor versión, afectado por constantes problemas físicos que lo han mantenido fuera de juego más de 100 días esta temporada. Aun así, frente a 14.317 aficionados, disputó los 90 minutos y dejó algunos destellos del talento que lo llevó a la élite.
En el tramo final, el encuentro se volvió más abierto, con ambos equipos buscando los tres puntos. El Santos presionó apoyado por su afición y Neymar estuvo cerca de marcar su segundo gol con un tiro libre lejano que exigió al arquero Walter. Al finalizar, el brasileño expresó su inconformidad permaneciendo unos minutos en el campo hablando con el árbitro.
El empate fue un golpe para el Santos, que continúa en riesgo de descenso con 37 puntos, apenas uno por encima del Vitória. Con cuatro jornadas por disputarse, el equipo necesita sumar para asegurar su permanencia. En contraste, el Mirassol sigue firme como revelación del torneo, llegando a 60 puntos y manteniéndose en la cuarta posición, que otorga clasificación directa a la próxima Copa Libertadores.
Con información base y foto de: EFE