Durante el encuentro correspondiente a las eliminatorias rumbo a la Eurocopa 2020 entre Bulgaria e Inglaterra, el árbitro suspendió el juego en dos ocasiones por cánticos racistas en las tribunas.
El conjunto inglés fue superior en el trámite del partido, y cuando el marcador les favorecía 3-0, desde las tribunas se comenzaron a escuchar gritos racistas, así como también saludos nazis.
Tras los gritos, Harry Kane se acercó con el silbante para reclamar los hechos, por lo que se tuvo que detener el encuentro en dos ocasiones unos minutos.
Cabe destacar que para el encuentro, una gran parte de las gradas estuvo cerrada debido a que en los encuentros ante República Checa y Kosovo también se presentaron cánticos racistas.
Fuente: Récord (portal electrónico)/Foto: Twitter