Paunovic y el Real Oviedo ya tienen rival para pelear por el ascenso en España

 El Mirandés jugará contra el Oviedo su primera final por el ascenso a Primera División tras vencer este jueves de manera clara al Racing de Santander (4-1) en un partido en el que fue dominador de principio a fin y que acabó por desnivelar en la segunda parte.

Tras el tempranero gol de Urko Izeta que fue igualado por el senegalés Maguette Gueye, el Mirandés se vino arriba y en siete minutos de pura satisfacción cerró la eliminatoria con dos goles en propia puerta y otro más de Izeta.

Salió el Racing con una intensidad máxima. Se acercaba con peligro al área del Mirandés, pero en cuanto los visitantes subieron líneas, y en la primera transición que tuvo el conjunto jabato, llegó el primer tanto local. Fue en una apertura hacia Hugo Rincón, que se fue en velocidad poniendo en jaque a la defensa racinguista, se la dejó a un Izeta que no falló para adelantar a los suyos en la eliminatoria.

El gol dejó KO al Racing durante unos minutos y pudo llegar el segundo local, pero los de José Alberto López se repusieron y de la nada, con un centro de Andrés Martín, Maguette entró solo desde atrás para poner el empate 1-1.

Le puso pausa el Mirandés aprovechando que el Racing no quiso asumir riesgos y fue controlando el partido. Tenía más balón y las ocasiones, pero sin acierto o topándose con las paradas de Ezkieta.

Avisó el Mirandés tras el descanso y rozó el segundo Izeta, pero se lo negó una mano magistral de Ezkieta, que fue el mejor del Racing. Los de Alessio Lisci controlaron todo y el partido se convirtió en un asedio.

Lachuer fue el creador del 2-1 en una internada en la que el francés chutó sin ángulo y tocó el balón en Ezkieta, que no pudo hacer nada por evitarlo.

A penas tres minutos después, el Mirandés hizo el tercero y se puso la eliminatoria de cara, en un chut de Reina que despejó la defensa racinguista. Pero el balón le cayó a Hugo Rincón que la pegó con todas sus ganas y, tras tocar en Javier Castro, el balón terminó en la portería.

Y otros tres minutos después, Izeta dio la estocada definitiva en una jugada con su pareja de baile, Panichelli que se la cedió al vasco que no falló en el mano a mano para hundir al Racing definitivamente.

Anduva celebró y su equipo no pasó apuros para mantener un resultado que le lleva a disputar la primera final de su historia.

EFE/Foto: EFE