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martes 21 octubre 2025, 04:02 PM Por: Sofía Velasco
La noche en el Coliseum Alfonso Pérez quedará marcada como una de esas en las que Kylian Mbappé reafirmó por qué es considerado uno de los futbolistas más determinantes del planeta. En un encuentro exigente ante un Getafe combativo, el delantero francés dio la victoria al Real Madrid con un tanto que refuerza su peso dentro del equipo blanco y su influencia en la Liga. Más allá del marcador, volvió a generar la sensación de que el Real Madrid ha encontrado en él a su gran referencia ofensiva.
El Getafe salió con el plan que mejor domina… partido cerrado, intensidad por bandera y cada balón dividido como si fuera el último. Bordalás no negocia ese estilo y el Madrid lo sabía. Los primeros minutos fueron un intercambio de golpes físicos y tácticos, con un ambiente encendido en la grada y en las apuestas deportivas, y un césped que no dejaba respirar.
Aun así, en apenas siete minutos Mbappé ya había tenido una clara ocasión tras un pase de Rodrygo. Su manera de moverse y de encontrar espacios donde no los hay volvió loca a la defensa azulona. El Getafe duplicaba marcas, pero el francés siempre encontraba un hueco.
Xabi Alonso, que ha demostrado ser un técnico imprevisible en sus planteamientos, optó por una defensa adaptada a las circunstancias. Valverde como lateral, Alaba como jefe en el centro y Camavinga liberado para crear. En el medio, Tchouaméni y Bellingham se encargaron de sostener el ritmo, mientras el joven Mastantuono intentaba aportar chispa entre líneas.
El Madrid no lo tuvo fácil, pero fue encontrando su sitio. Con paciencia, control y mucha personalidad, fue desarmando poco a poco la presión del Getafe. Xabi Alonso, desde el banquillo, pedía calma. Sabía que el talento haría el resto.
Y entonces llegó el momento de Mbappé, que era una opción clara en las apuestas La Liga. Cuando el encuentro se estaba volviendo complicado, con el Getafe bien plantado atrás, apareció él. Un rechace en el área, un toque preciso, y el balón al fondo de la red. Fue su décimo gol en lo que va de Liga.
Su celebración fue tranquila, casi sobria. Pero su gol retumbó en todo el estadio. Y en ese instante se notó la diferencia entre tener una estrella mundial y no tenerla. Con un solo gesto, el francés resolvió un partido que se estaba complicando.
Si algo no se le puede reprochar al Getafe es que no compitiera. Bordalás se mantuvo fiel a su libreto con intensidad, bloque bajo y espacios cerrados. Aguantaron bien hasta que Nyom vio la roja en la segunda mitad y el plan empezó a tambalearse. Aun así, tuvieron una oportunidad clara para empatar que obligó a Courtois a sacar una mano salvadora. La diferencia, al final, fue evidente. Mientras el Getafe necesitaba fabricar sus ocasiones con mucho esfuerzo, Mbappé solo necesitó una oportunidad para decidir el choque.
Mbappé está en uno de los mejores momentos de su carrera. Se ha adaptado al Madrid con una rapidez pasmosa y su entendimiento con Bellingham y Rodrygo mejora partido a partido. Cada vez que toca el balón, da la sensación de que algo va a pasar.
La Liga está que arde, con Barça y Atlético en la cima, pero Mbappé se ha convertido en ese factor diferencial que puede decantar el título. Es el líder ofensivo que el Madrid llevaba años buscando.