Guillermo Almada, a punto de ser despedido tras ser eliminado por un club de quinta división

El Real Valladolid vive momentos de tensión tras su eliminación en la Copa del Rey a manos del modesto Portugalete, equipo de Tercera RFEF, que venció por 1-0 y dejó fuera al conjunto vallisoletano en la primera ronda. El resultado, considerado un auténtico papelón, ha puesto en la cuerda floja al entrenador Guillermo Almada, quien reconoció la falta de fútbol y de gol de su equipo tras la derrota.

El técnico uruguayo presentó numerosos cambios en su alineación, pero el equipo nunca se acomodó en el campo vasco ni encontró ritmo. La derrota provocó una oleada de críticas en redes sociales, donde muchos aficionados exigieron su dimisión o destitución, señalando su planteamiento táctico y los malos resultados recientes en liga.

Los nuevos propietarios del club, Gabriel Solares y Enrique Uruñuela, habían llegado con la intención de reconciliar a la afición tras el paso de Ronaldo Nazário, pero la elección de Almada —sin experiencia en el fútbol español— comienza a generar dudas. A esto se suma la frustración con el rendimiento de jugadores como Latasa, que sigue sin marcar, mientras otros como Iván Alejo o Ponceau muestran destellos, aunque sin resultados concretos.

La falta de efectividad ofensiva es el principal problema del Valladolid, que domina la posesión pero necesita más de una decena de ocasiones para convertir un gol. Esta situación ha ido minando la confianza del plantel y dejando cada vez más expuesto al entrenador, quien parece tener un pie fuera del club.

Con el Granada como próximo rival en LaLiga Hypermotion, el futuro de Almada podría definirse en los próximos días. La directiva deberá decidir si apuesta por un cambio inmediato tras el bochorno copero o si le concede una última oportunidad para revertir la crisis y evitar un nuevo tropiezo.

EFE/Foto: EFE