La breve visita de Lionel Messi a Calcuta terminó en disturbios y graves destrozos provocados por aficionados enfurecidos, que calificaron el evento como una “estafa”. La aparición del futbolista en el Salt Lake Stadium duró apenas 22 minutos, lo que desató la indignación de miles de seguidores que habían pagado entradas de hasta 10.000 rupias para verlo.
La frustración se trasladó rápidamente al interior del estadio, donde los aficionados comenzaron a lanzar sillas y botellas de plástico, además de destruir parte del mobiliario. El desorden se agravó cuando un cordón de políticos, funcionarios y policías rodeó a Messi para tomarse fotografías, impidiendo que el público pudiera verlo con claridad desde las gradas. Ante el caos, el equipo de seguridad activó el protocolo de extracción y canceló cualquier interacción con los fans.
Los disturbios continuaron en las calles de Calcuta, especialmente en las inmediaciones del hotel Hyatt, donde se alojaba el jugador. Cientos de seguidores se congregaron para protestar contra los organizadores del llamado “GOAT Tour”, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a intervenir con cargas policiales y el uso de bastones para dispersar a la multitud.
Tras los incidentes, la comitiva de Messi abandonó la ciudad rumbo a Hyderabad, siguiente parada de su gira por la India. Calcuta, conocida como “la ciudad de la alegría”, quedó marcada por la polémica, los destrozos y el malestar de unos aficionados que denunciaron una mala organización y un engaño comercial.
Con información base y foto de: EFE