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viernes 16 octubre 2020, 06:45 PM Por: Diego San Román
Hace 52 años, México fungió como el anfitrión de los Juegos Olímpicos de 1968, edición en la que el atleta José Pedraza Zúñiga brilló en casa y le entregó al país la primera presea, tanto de la justa, en la modalidad de marcha de 20 kilómetros, con la que logró meterse al medallero, como en toda la historia olímpica del atletismo.
La pista del Estadio Olímpico Universitario, al sur de la Ciudad de México, fue el escenario que vio consagrarse al oriundo del estado de Michoacán con un público que lo alentó en todo momento al unísono “¡México, México!”.
En la recta final del recorrido, entrando al recinto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pedraza encendió la euforia de alrededor de 60 mil espectadores que se dieron cita para presenciar el evento cerrando la competencia dentro de los primeros lugares, pues tras apresurar su paso, el mexicano logró finalizar en la segunda posición.
Así, el también conocido como 'El Sargento', con el número 20 en el dorso y un tiempo de 1:34:00, logró dejar atrás al soviético Nikolai Smaga, esto en la última vuelta y quien se conformó con el tercer sitio al hacer 1:34:03, mientras que el también soviético Volodimir Golubnichy se proclamó campeón al hacer un marcador de 1:33:58.
Con un podio tan cerrado, pues fueron mínimos segundos los que definieron las posiciones de las medallas, se presume que nunca antes ningún competidor había finalizado alguna carrera a menos de nueve segundos del primer lugar.
Tras brillar en México 1968, aquel lejano 14 de octubre, en la recta final de su carrera, José Pedraza se dedicó a ser entrenador de caminata en la capital del país, falleciendo años más tarde, el 1° de junio de 1998, a consecuencia de un mal hepático.
Prensa CONADE
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