Pablo Hernán Gómez, a 20 años de su muerte

Un día como hoy, 20 de enero pero del 2001, el futbol mexicano se vistió de luto luego de que se diera a conocer el fallecimiento del futbolista argentino Pablo Hernán Gómez en un accidente automovilístico.

Pablo Hernán Gómez llegó al futbol mexicano para vestir la camiseta de Monarcas Morelia para la temporada 98/99, aunque su paso fue muy breve y de inmediato fue cedido a los Tiburones Rojos.

Con el conjunto veracruzano, solo alcanzó a disputar la recta final de la misma temporada de la Primera A, sin poderse consolidar; por lo que Andrés Fassi lo rescató y llevó a los Tuzos de Pachuca. 

En Pachuca, Gómez Manzanella de inmediato se adaptó al equipo y se consolidó como uno de los referentes del plantel, logrando conquistar el primer título de los Tuzos en 1999. 

El argentino era del agrado de la afición, que partido a partido aplaudían sus actuaciones, hasta que un accidente terminó con su vida, pero comenzó su legado futbolístico.

Fue el 20 de enero de 2001, Pablo Hernán Gómez, con permiso de la directiva de Tuzos, realizó un viaje a San Luis, pero a su regreso sufrió un accidente automovilístico en la autopista Ciudad Juárez-México en el tramo Portezuelo-Huichapán, en donde perdió la vida junto con su esposa, sin embargo, sus hijos lograron salvarse.

Tras darse a conocer la lamentable noticia, Tuzos realizó un homenaje al futbolista y a su esposa, donde estuvieron presentes todos los jugadores del plantel y directivos del futbol mexicano para acompañar en la cancha del Estadio Hidalgo.

Posteriormente, la directiva de Tuzos decidió retirar el número 20 que portaba el futbolista, además de que se nombró un palco del estadio Hidalgo en su honor.

En la actualidad, su hijo Pablo Leandro Gómez siguió sus pasos y es futbolista profesional, milita en el Atlante de la Liga de Expansión, aunque también ha jugado para Puebla y Cimarrones de Sonora.