El Bayern Múnich logró su clasificación a los cuartos de final de la Copa de Alemania tras una sufrida victoria 2-3 ante el Union Berlín, en un duelo en el que los bávaros tuvieron que sostenerse defensivamente en una segunda parte muy exigente. El partido parecía encarrilarse temprano gracias a dos goles provenientes de saques de esquina ejecutados por Joshua Kimmich, uno convertido en autogol de Ansah (12’) y otro cabeceado por Harry Kane (24’).
El Union, que buscaba mantener su portería en cero el mayor tiempo posible, encontró recompensa a su esfuerzo con un penalti por mano de Jonathan Tah, confirmado por el VAR y transformado por Leopold Querfeld (39’). Sin embargo, cuando parecía que el partido se equilibraba, el Bayern volvió a golpear en el tiempo añadido, otra vez en una acción a balón parado y nuevamente mediante un autogol, esta vez de Diogo Leite, que desvió un centro de Olise.
En la reanudación, el Bayern volvió a sufrir con el balón parado y concedió otro penalti por falta de Kane sobre Diogo Leite, que Querfeld volvió a convertir, acercando al Union y encendiendo el partido. A partir de ahí, el conjunto berlinés vivió sus mejores minutos: ganó segundas jugadas, empujó al Bayern hacia su área y llegó a acumular 17 remates, por solo 6 de los de Kompany, obligando al campeón alemán a sufrir más de lo esperado.
A pesar de que cuando el Bayern lograba avanzar generaba ocasiones claras —como un disparo de Kane salvado por Rönnow o un mano a mano de Luis Díaz—, el Union se mantuvo como el equipo más insistente. La presión local llevó incluso a Kompany a reforzar la defensa con Minjae Kim, sacrificando a Olise en los minutos finales para resistir el empuje rival.
Finalmente, el Bayern logró sostener la ventaja y cerró una noche angustiosa marcada por dos autogoles del Union, dos penaltis en contra para el Bayern y una batalla física que exigió el máximo a los muniqueses, que avanzan a cuartos con más sufrimiento del esperado.
Con información base de EFE/Foto: EFE