Juan Carlos Ferrero reconoció sentirse “dolido” tras su ruptura profesional con Carlos Alcaraz, aunque aseguró marcharse con tranquilidad y la sensación de haber cumplido con su trabajo, sin cerrar la puerta a una posible colaboración futura. En una entrevista, el técnico valenciano explicó que la separación se debió a desacuerdos contractuales y no a problemas personales, destacando que la relación durante la temporada fue “espectacular”.
Ferrero señaló que, pese a que la intención inicial era continuar juntos, ambas partes optaron por no seguir al no llegar a un entendimiento en ciertos puntos. Aun así, subrayó que los resultados deportivos fueron muy positivos y que nunca existieron conflictos graves, valorando también la incorporación de Samuel López como un intento por evitar el desgaste natural de tantos años de trabajo conjunto.
El entrenador recordó con especial cariño la etapa formativa de Alcaraz, desde los 15 a los 18 años, cuando compartieron entrenamientos, viajes y torneos menores, una fase que calificó como una de las más bonitas de su carrera. También resaltó los grandes logros alcanzados, como los títulos de Grand Slam, en especial el último Roland Garros, que consideró el más complicado.
Ferrero se mostró confiado en que el cambio no afectará negativamente al rendimiento del tenista murciano y elogió la capacidad de Samuel López para asumir el mando del equipo. Además, afirmó que uno de sus mayores orgullos fue ayudar a Alcaraz a crecer como persona y profesional, gestionando la presión de la élite y manteniendo la motivación intacta.
Finalmente, admitió que necesita un tiempo de duelo antes de pensar en nuevos proyectos, pero dejó claro que no descarta volver a trabajar con Alcaraz en el futuro. “Cerrar la puerta definitivamente no sería lógico”, afirmó, convencido de que Carlos Alcaraz tiene posibilidades reales de convertirse en el mejor tenista de la historia.
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EFE/Foto: EFE