En 2015 para el inicio de la Liga de Confluencia, en Río Negro, Argentina, el club Cipolletti enfrentaba a Chichinales.
Faltaba poco para el inicio del partido y el centro delantero Daniel Opazo aún no llegaba. El 'pibe' viajaba al estadio La Vísera con el tiempo encima junto a su padre. Para su suerte el tráfico le impedia avanzar de mejor manera, la Fiesta Nacional de la Actividad Física reducia las opciones viales.
Al sentirse desesperado, el joven jugador tomó la decisión de bajar del automovil y empezar a correr. Fueron 4 kilómetros.
Sus compañeros lo esperaban ansiosos pues Daniel era pieza clave para el once inicial. El final estuvo de película. Después de correr 4 kilómetros y disputar los 90 minutos del partido en pasto sintético, Cipolletti ganó 1-0 con gol suyo.
Con información de Olé (Portal electrónico)/Foto: Internet