Uriel Adriano regresa hambriento de medallas

El taekwondoín Uriel Adriano está de regreso y con hambre de triunfar, por lo que quiere encumbrarse al podio y llenar de alegría sus días con medallas en todas las competencias en que se presente.

Adriano, quien nació el 30 de abril de 1990 en Ciudad Victoria, Tamaulipas, también agradece así a sus padres y hermanos, quienes en los momentos de crisis y de abandono, le ayudaron a levantarse y volver a practicar el deporte que más me gusta. “Mi familia es el cuadro perfecto”.

Adriano Ruiz irrumpió avasallador en el tatami y alcanzó la máxima cima en el Campeonato Mundial de 2013, al ganar medalla de oro y todavía llegó al trono del Campeonato Panamericano de Taekwondo de 2014 y después desapareció a causa de una lesión.

Al estar lastimado ya no pudo entrenar y por consiguiente competir y ganar esas preseas por las que todo mundo quería estar con él. “Los directivos sólo me utilizaron para la fotito”.

Después se quedó sólo, se pasó una semana tirado en su cama, y no hubo nadie más que sus padres y hermanos, así como dos personas del Ejército Mexicano y su representante de prensa, quienes lo alentaron para levantarse.

“La mentalidad lo es todo y por esa mentalidad me levanté, me paré, me entrené para hacer mi deporte favorito, sin importar si gano o no gano dinero”, subrayó.

Está seguro que durante esa crisis se desintoxicó de los malos momentos, de quienes le pusieron el pie y empezó una vida deportiva de cero, de entrenar como un novato, de tener hambre de triunfo.

Así llegó al pasado Campeonato Nacional de Taekwondo celebrado hace unos 15 días en Monterrey, Nuevo León, donde ganó la corona en su categoría de -80 kilogramos.

De esta forma quedó seleccionado para el próximo Campeonato Panamericano de su deporte y a los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.

Anhela clasificar el próximo año al Campeonato Mundial. “Si gano una medalla en el mundial, es lo que más me llenaría de orgullo”.

Otra vez la mentalidad, con la cual superó cuatro cirugías, dos en su mano derecha, una de ruptura de cuádriceps y una voladura de meniscos, y antes del nacional sufrió un esguince de segundo grado en un tobillo.

Uriel Adriano es sargento segundo en educación física del Ejército Mexicano. “Es un orgullo pertenecer a la fuerza armada, desde el 1 de septiembre de 2011”.

Notimex/Foto: Notimex